
El panorama de la realidad que se puede observar en las principales calles y avenidas de Santiago es que las alcantarillas, en su gran mayoría, no tienen tapas.
El robo de las tapas del alcantarillado se ha convertido en un negocio lucrativo para los delincuentes, y ante la indiferencia de las autoridades policiales residentes del sector La Otra Banda truenan con sus quejas.
Y es que estas tapas han sido sustituidas por plásticas, y aún así los ladrones siguen haciendo de las suyas.
Entre los sectores más afectados se encuentran Tamboril, Licey, La Autopista Duarte, La Circunvalación, entre otras.
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