SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El asesinato a golpes y la posterior incineración de los cadáveres de un carpintero y un amigo que le acompañaba, consternaron a la población de Azua.
A ocho meses del trágico suceso, la fiscalía de esa provincia aún no ha presentado acusación formal en contra de un ingeniero, el hermano de éste, quien es el maestro constructor que contrató a una de las víctimas, y un vigilante privado, todos señalados como imputados.